“Éste es el momento para tomar las acciones necesarias, como enviar ayuda humanitaria por tierra, o provisionalmente por puente aéreo, para aliviar la amenaza inmediata de genocidio causada por el hambre y las enfermedades."
Una semana después de la conclusión de la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) del 16 de agosto para discutir la grave crisis humanitaria en Nagorno-Karabaj (también conocido como Artsaj), los líderes de UGAB decidieron enviar una carta de llamado a acción urgente a cada uno de los 15 representantes de los miembros, entre ellos Albania, Brasil, China, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Ghana, Estados Unidos, Francia, Japón, Malta, Mozambique, Rusia, Suiza, Reino Unido, así como a la Delegación de la Unión Europea a la ONU en Nueva York.
El mensaje principal era una petición importante: llamar al bloqueo del corredor de Lachín por parte de Azerbaiyán lo que los expertos en derechos humanos y las agencias internacionales definen ahora como genocidio.
“Al definir oficial y públicamente las acciones de Azerbaiyán como genocidas, los estados miembros de la ONU pueden invocar la Convención de la ONU sobre Genocidio y tomar las medidas a su disposición para prevenir y sancionar actos de Genocidio a través de la Corte Internacional de Justicia. También puede tomar otras acciones estratégicas para cumplir con su obligación de responder a situaciones en las que el genocidio sea una amenaza genuina”, afirmó el presidente de UGAB, Berge Setrakian, en la carta.
Antes de difundir estas cartas de apelación, UGAB realizó un llamado urgente al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, el 10 de agosto. En esa comunicación, Setrakian urgió a los Estados Unidos a prestar atención a las advertencias expresadas en un informe por Luis Moreno Ocampo, autoridad de renombre mundial en violaciones de derechos humanos. Ocampo presentó argumentos determinantes para calificar la crisis en Nagorno-Karabaj como un genocidio inminente. La carta instaba al secretario Blinken a intervenir para garantizar que el Corredor de Lachín se abriera, para permitir el flujo de ayuda humanitaria, por tierra o, mientras tanto, mediante puente aéreo, ya que el informe advirtió que la inanición a nivel masiva era inminente.
Sumándose al análisis de Ocampo, el 23 de agosto el ex Asesor Especial del Secretario General para la Prevención del Genocidio y profesor de Derecho de los Derechos Humanos de la American University (Washington, D.C.), Juan Mendez, hizo una presentación ante los estados miembros que se habían reunidos para discutir la crisis. El profesor Mendez se centró en el deber de prevención de la comunidad internacional, destacando los hechos que constituyen razón suficiente para ofrecer una alerta temprana a la comunidad internacional de que la población de Nagorno-Karabaj corre el riesgo de sufrir “daños corporales o mentales graves a miembros del grupo”, tal como se define en el artículo 2 de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Las apelaciones de UGAB fueron enviados a los miembros del Consejo de Seguridad, con copias a sus respectivos ministros de relaciones exteriores, no sólo reforzando las conclusiones de Ocampo y Méndez, sino también instando a las Naciones Unidas a intervenir inmediatamente para levantar el bloqueo y finalizar la inseguridad alimentaria en Nagorno-Karabaj. “Éste es el momento para tomar las acciones necesarias, como enviar ayuda humanitaria por tierra, o provisionalmente por puente aéreo, para aliviar la amenaza inmediata de genocidio causada por el hambre y las enfermedades” instó Setrakian en la carta.
En una entrevista reciente con UGAB, Sheila Paylan, experta en derecho internacional público y derechos humanos, con más de 15 años de experiencia trabajando para las Naciones Unidas como asesora, citó la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial como “una de los tratados internacionales más importantes, porque la discriminación racial puede llevar a una limpieza étnica”.
Paylan agregó “En la medida en que, por ejemplo, [el bloqueo] está causando una crisis humanitaria, de hecho, llevándonos al borde de una limpieza étnica y perturba o amenaza la paz y la seguridad internacionales en la región, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene no sólo el poder, sino también la responsabilidad de intervenir inmediatamente cuando algo así sucede”.
Setrakian puso los esfuerzos de UGAB para hacer sonar la alarma en una perspectiva más amplia. “Azerbaiyán se está comportando como un estado miembro deshonesto de la ONU al violar audazmente las convenciones de la ONU y las leyes internacionales de derechos humanos. Es un desprecio del orden mundial para el cual se crearon las Naciones Unidas. Azerbaiyán está enviando una señal peligrosa a otros estados que también buscan cometer crímenes contra la humanidad de manera impune.”
A pesar de la creciente preocupación internacional por el destino de los 120.000 armenios de Nagorno-Karabaj, UGAB Francia, en coordinación con la intendenta de París Anne Hidalgo y las regiones francesas de Ile-de-France, Auvergne-Rhône-Alpes, Hauts-de-France, Occitania y Pays de la Loire, encabezó un esfuerzo para enviar ayuda humanitaria y alimentos desde Ereván a Nagorno-Karabaj. La delegación recibió 10 camiones de ayuda humanitaria para los afectados por el bloqueo de Nagorno-Karabaj por parte de Azerbaiyán, a quienes ahora sólo se les asigna media rebanada de pan por día debido a la grave escasez de alimentos. Los azeríes impidieron la entrada del convoy.
A través de Twitter, la intendenta testificó: “Aquí, en el corredor de Lachín, testificamos que ninguna ayuda humanitaria puede ingresar a Artsaj, en total violación de los derechos humanos. Nuestros 10 camiones de ayuda humanitaria están bloqueados. Hay una crisis humanitaria en marcha, hay urgencia”. Luego, en conferencia de prensa, Hidalgo afirmó: “Estamos más decididos que nunca a alzar la voz del derecho internacional, la voz de Armenia.” Añadió: “El proceso de paz, atestado en los acuerdos del 2020, debe ser respetado. Ésta es la condición de su supervivencia, en un momento en el que Azerbaiyán intenta ocultar sus ambiciones genocidas”.